Hace muchos soles, cuando el tiempo aun no tenìa nombre y no habìan estrellas, ni lunas, ni mares; cuando no existia ni hombre, ni mujer y por tanto ni el amor carnal, se encontraron en cierta ocaciòn cuatro poetas y crearon los sentimientos de los honbres. Uno de esos poetas hizo el papel y era tan blanco y hermoso que lo llamò luna. Otro poeta creò el làpiz, hecho con corteza de palmeras y punta de brazas de carbòn. Uno màs de ellos, llamado el Tiempo creò el borrador, que luego lo llamo "olvido" Y el ùltimo de ellos creò la Imainaciòn. Desde ese dia, el hombre busca en la poesia la armonìa, la hermosura y lo màs sublime, de lo que pudo haber sido y no fue. Busca en la poesia una relidad alterna, que altera todo curso de realidad.
Entonces un dia, la Imaginaciòn, con brazas de carbon escribiò sobre la luna la palabra "Gea" y se levanto la madre Tierra de los polvos de la luna. La dotaron de gran belleza, ojos limpios y puros como lagos durmiendo, le dieron una larga cabellera negra y profunda, y la adornaron con estrellas y asì crearon la noche.Le brindaron cenos para que el fruto de sì misma no pasara hambres y la hicieron sensible para que con su llanto, formara rios y mares. Y asì, tiempo despues, Gea se enamorò del Sol y juntos dieron a luz al hombre, un ser de gran belleza e inteligencia, pero ciego en su entender y egocèntrico, como su padre el Sol. El hombre heredò de su madre Gea la capacidad de dar vida y abusò de ella, fueron tantos sus descendientes que dejaron a Gea en ruinas, sin belleza y agonizante. Lamaron entonces al tiempo, que dicen que todo lo borra e intentaron borrar al hombre de la faz de la tierra y hubo fuego y lluvia, vientos y mareas, temblores y meteoritos. Pero era tarde. Gea muriò a manos de quien ella misma habìa creado. Desde entonces los cuatro poetas dieron larga vida al tiempo, para que èste tratara de borrar lo que el hombre habìa hecho y mientras tanto condenaron al hombre a sufrir a manos de sus propios descendientes la destrucciòn que ellos habian dado a sus madre tierra. Se desatò el desamor, el odio, la pereza y la muerte.