Julio Noel

Oh amor que huyes de mí

¡Oh amor que huyes de mí cuando a ti más me aproximo!

¡Célica luz que te alejas cuando más te adoro!

¿Por qué pretendes privarme de tu gran tesoro

cuando en la atormentada noche por ti gimo?

 

Cuando en la febril noche mi corazón oprimo,

dime, ¿a quién con mis amargas súplicas imploro?

Y si de tu beldad divina no me enamoro,

¿a quién otro sino a mí tan sólo me lastimo?

 

Amor, si me abandonas en el fúlgido ocaso

y te alejas de mí como el sol resplandeciente,

en tu ausencia no seré más que un agrio fracaso

 

cual eterno enamorado dócil y paciente—,

que en las llamas de tu inefable amor me abraso

como frágil y volátil mariposa ardiente.

 

Suspiros y sueños de amor