ADANS BECMAN

EL PODER DE LA PLUMA...

Lágrimas y suspiros

riego por las esquinas,

buscando la luz Divina

que yo encuentro en tus ojos,

calco el amor

y con letra fina

bordo la playa de oro

en la tarde que declína,

beso tus labios cuál tesoro

y empapo mi alma

con la gruesa neblina,

ya se le caen las hojas

secas del angosto verano,

a aquella higuera

que juntos un día sembramos

en la primavera de nuestros sueños,

pestañea un sol miope

con gafas de niebla a lo lejos,

y corre el corazón al galope

por los riscos y los cerros.

¡Cuántas batallas perdidas

en la miserable guerra de la vida...!

¡Si al final se ganara la guerra

no importaría la sangre ya vertida!

Pasa el burro viejo

con el \" serón \" casi arrastra

mucho trabajo y poco heno y sin embargo \" aguanta \",

yo siempre he pintado

amaneceres nuevos,

lunas y soles de Esperanza

allí en el viento, a lo lejos

donde el horizónte avanza,

¡lo que cansa la tristeza!

¡Hay que ver lo que el corazón aguanta!

Hay mariposas de yeso

en las paredes blancas,

hoy se me olvidó la sonrisa

la he dejado encerrada en casa,

y camino por la acera, sin prisas

como siempre pensativo

debajo de mi paraguas,

oscuros nubarrones

pasan persiguiendo el alma,

ya se encienden los faroles

en la tarde que muda calla,

pasa una madre corriendo

diciéndole a su hijo:

¡que te \" empapas \"!,

desde este humilde rincón

yo me invento mil palabras

y hago que salga el sol,

y pinto la luna plateada

y hago corazones de estrellas

y adorno tu cara con ellas,

lo mismo un cielo gris pintado

que la cometa de un niño

que está en la calle jugando,

hago que corrán ríos de lágrimas,

o voy secando los charcos,

amaneceres bonitos

en el corazón voy sembrando,

yo solo soy un pobre poeta

que con mi pluma voy bordando

todo lo que me emociona

y con letra fina yo lo calco,

pensamientos como golondrinas

amores y rosales , lirios del campo

sentimientos sin palabras

que no caben entre las manos,

me entristecen las penas ajenas

las mías, me callo y las guardo,

me tiembla la ortografía

cuando salen de mis labios,

no hay tristeza como la mía

que en el fondo del alma

vive la  pobre

\" escondía \"

y que poco pesa la pluma

y sin embargo, cuánta tinta  \"vertía \"

con el paso de los años,

cuánta ternura, cuántos desengaños,

¡tiembla el alma mía!, 

palabra a palabra

renglón a renglón,

hacemos de tripas corazón

y generamos fantasías,

la verdad, es que solo lo entiende

el que sabe

comerse la fruta verde,

somos ingenieros de puentes y caminos,

unimos el corazón con el alma

de un plumazo, morimos o vivimos,

somos el espejo de la luna

y aunque tarde reconocemos

el poder que tiene la pluma...