Ma. Gloria Carreón Zapata.

MELANCOLÍA DEL AYER.

 

 

 

¿En dónde quedó aquel juramento de amor, aquellas promesas que el tiempo evaporó, dónde los besos que nos dimos, en que momento todo terminó? A pesar de que juramos amarnos hasta más allá de la eternidad.   

Del corazón la mejor intención y de nuestro amén el querer insensato que miente y descobija el alma. Palabras, vacuas promesas de una boca filibustera y loca. Después de que nos entregamos con pasión desenfrenada, hibleas carantoñas, hoy no quedó nada.   

En el extravío contemplo el firmamento y dolorido el pensamiento gime por dentro. Cuesta olvidar lo que en verdad se ha querido. Qué difícil es tener que seguir por la vida deambulando perdida bajo un extenso cielo estrellado y ningún lucero titila más para mí.

 

Solo la remembranza de un lejana sinfonía quedó tatuada en mi alma de poeta, transcrita con mi puño y letra desde lo profundo de mi melancolía. Contemplando las hojas ocres del otoño, veo como se desprenden de sus ramas para nunca más volver. Siendo arrastradas por el viento hasta perderse más allá del inmenso firmamento.

 

Escucho el crujir afligido del tallo al sentir como se suelta cada hojuela. Y la brisa, aire danzarín que con fuerza golpea mi ventana caprichoso ulula misterioso.

En tanto la tarde turbada se esconde al sentir la pena que embarga mi alma. Las aves ya no trinan y, refugiadas en tibios nidos esperan ansiosas el nuevo amanecer.

 

        Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

    Imagen tomada de Google.