Hoy quiero hablar de mí,
No soy escritor ni poeta ni cantor y no tengo la mejor redacción, solo que rebusco en el baúl de mi corazón
¡DE VES EN CUANDO PIENOS QUE HERMOSO SERIA SER ESCRITOR! Salgo a la puerta de calle, deteniéndome en el lumbral, de la puerta de calle alzando la vista al horizonte, donde pareciera que se termina el mar, veo en sus aguas una paz y una calma como esta mi alma, con el no he conversado creo que hoy despertamos lo dos iguales, miro y veo el cielo celeste y las gaviotas revoletear, con los copitos blancos reflejados en la superficie del mar, como si Miguel Ángel lo hubiere pintado, sintiendo un sonido no sé de donde previene, solo siento que roza mi cara como si fueran caricias de mi amada, al observar las copas de los frondosos árboles, como si viera mi amada danzar al ritmo de la música de unos violines, armónia de una pieza de valet
Como si seguidamente danzará en la punta de sus pies, me he dado cuenta que era la brisa del viento que venia del mar, vino a mi mente las caricias de mi dama amada al despedirme cada día que nos separamos hasta volvernos a encontrar, veo la belleza de las flores en medio del desierto y el mar, como puedo oler sus fragancias, que me suelen recordar la fragancia de mi amada, con mi amada en el alma cuando puedo estrecharla a mí, cuando la abrazo es cuando me hace soñar, como un poeta mirando el mar
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Autor eco del alma, derechos reservados
Antofagasta, 22, 11, 2019.-