La noche me abruma con el pasar de los minutos,
pues parece que cada uno de ellos van dedicados a usted.
No consigo paz ni mucho menos un consuelo que me permita salir del pozo en el cual me he quedado.
Estancado, así me siento cada noche al recordar lo que fuimos,
al recordar aquellas utopías que pintábamos en las noches mas oscuras...
Me siento absurdamente desolado, inhóspito de espíritu, simplemente un cascarón de carne.
Me olvidé de la felicidad, pues solo conocía la que traía su sonrisa cuando resbalaba por su cara.
Me olvidé de mí, olvidé mi futuro, deseche mi ideal y así deje pasar el tiempo esperando a que volviera.
Espero algún día borrar los recuerdos que constantemente la traen a mi conciencia y así,
simplemente lograr salir del agujero que yo mismo he cavado.