VIGIA

FRIO EN LOS HUESOS

 

 

Una vez que se hizo promesa el silencio
y la voz de los poetas, tortura,
fuiste cayendo como gota en el mar...
con tu forma de grano de arena en la playa.

Se instaló el invierno en los huesos
en los años en los que solo en frío perduras,
al volverte la voz del viento
en ese silencio que hay entre palabras.

Fue cuando hiciste el cielo negro
apagando las estrellas, que ya no lo alumbran,
al ocultarte entre la sombra de las sombras
y ser el alimento de la eterna duda,
en una incógnita dada.

Y yo mientras, espero, inscrito y sin argumento
entre el paréntesis de un momento,
- que aun no fue descrito -
justo en el instante último en el que el aliento
exhala.