EDUARDO FAUCHEUX

LA PAZ, LUEGO DE LA GUERRA

LA PAZ, LUEGO DE LA GUERRA

Recién ahora me doy la precisa cuenta,

que no necesito la aprobación de nadie;
ni el guiño del ojo cómplice, disimulado;
ni el leve asentimiento de algunas cabezas
para importarme el destino al que he llegado.

***

He combatido en mil batallas y muchas he perdido
en combates, a pesar del valor con que he luchado;
más, en ciertas luchas, estratégicamente, he huido,
pero junté valor y con fiera voluntad, he regresado,
perdiendo en algunas, pero, en otras, ¡he ganado!

***

Por eso, con las experiencias que he adquirido,
tan solo me interesa tener la paz que necesito.
¡Tantas batallas sin ser un héroe he combatido,
que solo firmaré la Paz en mi propio manuscrito!

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Y ahora, en mi retiro de los campos de batallas,
ya no importa si he sido un buen o mal ejemplo,
con los años que tengo ya rechazo las medallas
ni me interesan títulos, ni un sitio en un templo.

***

¡Que se guarden todos los diplomas y honores!
En mis múltiples luchas combatidas en solitario
y en todos momentos en que necesité mil favores,
fueron pocos quienes acompañaron mis calvarios;
así que, esos pocos contados AMIGOS que yo tengo,
compañeros, soldados que acompañaron en las armas,
son quienes en mi memoria quedan cuando voy y vengo,
al rescatar lo bueno de mi vida o al saldar todos mis karmas.

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Eduardo Faucheux.
18-11-2019