Alabama Selva

La noche es mia

Estrella fugaz:

 

¿Cómo puedes

forastera y efímera

llegar cabalgando

con tu ráfaga de mil estelas,

poderosa y seductora

pero con mano negra,

un manto de cristales

y pelo de sirena,

pretender tan armoniosa

robar mi oscuro cielo?

 

Vi que quisiste

enamorar a mi noche

mientras yo te observaba

con pálida y blanca tez,

cortejar a mi amada

ofreciéndole promesas

de mentira y pura escarcha

 

No, ¡no puedes robármela!

Viniste con prisa,

duraste un instante,

caíste en picado

perdida en la nada,

apagándote sin más

En el llano horizonte morirás

porque eres estrella fugaz

 

¿Y antes pretendes

conquistar con tu danza,

a la que tanto me costó

encontrar en mi hastíada vida

de permanente luz enquistada?

 

No ves que estoy clavada a su cruz,

estática desde hace millones de años,

en este fondo

que tú ahora vuelas,

moviéndote

como una diosa,

y sin nada prometer,

acumulando deseos

del que te ve recorrer

ese lejano cielo

con sinuosa y bella estampa

 

No compares mi constante centelleo

que se acuesta en los caminos

y en las caricias que acompaña

a las noches más amargas

 

La gané con mi constancia

después de muchas batallas

y la juré amor eterno

brindando mi luz a su estancia

 

Y todo sin pedir nada a cambio

sólo porque la amaba…

 

No pretendas arrancarla de mi alma,

porque si lo hicieras

cegarías con tu intento

y podrías morir abatida

por mi intenso y basto fuego

con una simple venganza

 

¡Desiste!

Que ella es una noche enamorada

Distante y entregada

a su único cometa

que la vela mientras vaga,

a su luna sin estrellas

que siempre va a acompañarla

 

¡Vete lejos!

Y yace por fin en tu destino,

en el campo salvaje,

que es tu sitio

No mereces más firmamento,

por frívola y caprichosa,

vanidosa y errante,

irrespetuosa y descarada,

cargando con millones de deseos

que nunca cumplir pensabas…

 

Pero antes te exijo ese

que a mí me toca pedir

y este sí has de complacer:

 

“Que mi luz

encienda siempre la tundra que lleva su alma,

su negro y espeso semblante

y que nunca caiga en la pena

que por ser noche la invade…”