Ben-.

Miles de sonetos-.

Yo, que suelo ser más modesto que

un insecto en una jaula, me pica

y atormenta, la verosimilitud de mis

poemas: me explico, querido colega.

No me parecen poemas los que no contengan

misterio, enigma, o una porción de sabiduría

o alguna trágica experiencia.

Y no me lo parecen simplemente porque

no lo son. ¿Cómo han de serlo, miles

de sonetos, que suelo ver publicados,

en éste y en otros mares, si sólo tienen

de poema, que riman y hacen facha

de tercetos y cuartetos? ¿Cómo considerarlos

así, si ni una risa ni un comentario salaz,

propician, y se escapan con una bala en mitad

de la frente, malheridos y maltrechos?

 

©