Diego Nicolás García Contreras

Zero gris (4)

Tus pesos ponen en dos mi alma,

abren mi boca,

y la ponen a pensar.

A palmar, partiendo por ese ombligo, 

Centro de tu equilibrio.

Tu pesos convergen en mi peso,

en mi casa,

Y se queman con mi lava.

De si soy o no un cero gris y cerrado 

De si soy o no un pecador pesado.

Atrofiado, en desuso,

Y mi ello se lava todos los días la garganta,

por no gritar a la luna, 

por no bailar en lagunas.
 

Y en desdén armado de las tropas,

que aparecen a desnutrir nuestras ilusiones.