Carlos Gustavo Gerez

Mi angelita inquieta

Atrás quedo la niña inocente,

mi pequeña angelita inquieta, mi sangre sagrada,

mi fortaleza, la dueña de todo mi cariño,

mi compañera de graciosas travesuras

y grandes aventuras,

aquella que me cubría de besos,

la que me apretaba fuerte cuando sentía miedo,

la fascinadora de todos mis momentos

mi cielo de estrellado, mi gran firmamento.

 

Extrañare a mi angelita inquieta,

y antes de que se valla, le daré el último beso,

para que guarde como herencia

junto a todos sus recuerdos.

Fuiste por mucho tiempo el ángel guardián

en la vida de tu viejo,

ya se ha convertido en mujer, y yo no quise verlo,

ese lugar vacio, que dejo aquí en la casa

nadie lo llenara eso se los prometo,

sus huellas quedaran en el corazón de este viejo.

 

 

Con todo mi amor para mi hija Paula