Decidiste cambiar tu rumbo e ir al seminario, todo fue tan confuso y a la vez tan ordinario;
pensé que te extrañaría, y estaría triste,
pero aún frente a la muerte sigues muy sonriente.
Te extraño, te busco, te pienso y no, ¡no te encuentro!.
Llamo a tu puerta estando en sueños y te veo lejos,
me dueles, mucho me dueles y yo también te duelo
te duelo, me dueles y los dos sufrimos mucho.
Te quiero y se que me quieres pero a la vez no,
no aceptas que te hiere, la distancia y el estío;
me extrañas, me anhelas y yo ¡muero en vida! tan vil,
te extraño, te lloro y no ¡no dejo de pensarte!
Mi egoísmo no me deja pensar en alguien más,
Sólo en ti, mi amor, antiguo y único ¡amor!
Te pienso por las noches, en que no vuelves más;
Sólo en sueños y tormentos, tú vienes de nuevo.