Luis Torres Veloso

Reflejo ciego / Brevemente

 

 

Reflejo ciego

 

Se abalanzó sobre tus ojos la humedad atrapada por tu mano en mi rostro, el precipitado salitre se clavó en tus apresuradas yemas y con tu mirada acariciaste mi melancolía. Dimitió la palabra precoz, amainó el aliento ahogado, concluyó el trino alado, se interrumpió el calor del abrazo latente, se suspendieron los besos a encadenar, retrocedió el fondo de la mirada. Extrañé la presente presencia ausente, primer paso de un experimentado desuso eterno, un reflejo ciego sobre un espejo invariablemente roto, haciendo patente el rompecabezas del olvido de una incógnita.

 

Brevemente

 

Nos miramos a través del teclado, nos ilusionamos con esa mezcla de soledad fermentada entre tropezones de recuerdos brumosos, borramos las sombras al encender la oscuridad, al tapar refulgentes miedos. Nos atrevimos, brevemente, a plantar cara a deseos dormidos en el arrebato tardío del monitor. Brevemente. Brevemente fue la ilusión del despertar refugiado en un desierto mecanografiado, en ese accidente de silenciosos destellos, con diagnóstico de memoria quebrada. Brevemente. Brevemente hemos visto nuestros confundidos retratos desdibujados sobre el pergamino ajado de la duda, con raquíticas pinceladas de súbita agitación desde una paleta sobrecargada de colores. Brevemente.

Ahora, retirado el paño emborronado, pondremos sobre el marco desnudo dos nuevos lienzos tejidos con las telas de araña de la memoria, trazaremos mapas de nuestros autorretratos en ambos anversos desde los márgenes de la distancia, y así, por fin, poder desubicarnos con precisión.