Jorge Horacio Richino

CULPAS INFUNDADAS

 

 

 

Densa bruma que en las noches

atormenta mis desvelos

y a mis penas sin consuelo

las colma con sus reproches.

 

Me turba con su neblina,

poniendo en mí... confusión,

y agita mi corazón

cuyo tic tac no domina.

 

No llevo en mí ningún cargo

frente a su triste destino,

pues me fui de su camino

que me dió tragos amargos.

 

Me alejé de su presencia

por tanto que la quería

y mucho que me dolía

su falta de transparencia.

 

Su final no imaginaba,

ni se lo hubiera augurado;

más un sino desalmado

le dio fatal estocada.

 

Y se instaló la tristeza

con la bruma recurrente,

buscando nublar mi mente

con intenciones aviesas.

 

No haré caso a sus cuestiones

esquivando sus embates,

y no podrá con dislates

causarme más turbaciones.

 

Queda limpia mi conciencia

que siempre actuó con honor,

doliéndome el sinsabor

que me trajo su presencia.

 

Quiere mandarme al averno

con su brumoso veneno,

es por eso que le ordeno

que se vaya al mismo infierno.

 

 

 

 

Jorge Horacio Richino

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