Marcela Shirazi

La Madre Imperfecta

 

 

Hay una madre,

que todos hemos tenido,

y se derrite por tu amor. 

 

En ella vive la mujer

que se desvelaba para contemplarte

y escuchar tus latidos.

 

La paz que le daba verte dormido

y saber que te recuperabas 

de las enfermedades 

que de niño, habías sufrido. 

 

Quien sin haber sido educadora,

enfermera ni cocinera,

lo tuvo que aprender. 

 

En tus dolencias

experimentando la vida...

no lograba dormir,

hasta que te sentía volver.

 

Aquí está una mujer

ya sin pestañas

y que sus cejas ya no logra ver

para limpiar.

 

Todavía usa aretes,

jubilosa...

por si la vas a visitar.

 

El ojo de sus emociones

lloró más que el racional.

 

Aun tiene los rizadores colgados

y el cabello húmedo

de cuando a la escuela

te iba a llevar.

 

Le queda un cairel 

que cuelga en su frente,

de cuando era niña

y quería jugar.

 

Trae el maquillaje mal puesto,

entusiasta se lo aplica,

por si alguien la llega a invitar.

 

Sus orejas son enormes

pues muere por escuchar

tus historias de esta vida

que ya no le has de contar. 

 

Tiene esa sonrisa eterna

con la que todo perdona

cuando te vuelve a mirar.

 

Es solo una mujer

que muere por un abrazo

y poderte amar.