marino almeira

HOY RECORDÉ.

Hoy recordé una casa, una finca,
en un campo llamado \"Pata de Gallina\"
y esa finca tenía un cañaveral
y una plantación de café,
una escuela y un acueducto,
un trapiche y una caballeriza,
una vaquera y un corral para las gallinas.

Hoy recordé a mi Madre,
sentada en el sardinel del fresco corredor
remendando unos pantalones viejos
mientras el calor del sol
secaba el café tendido en el patio
y un colibrí revoloteaba para mirarse
en el espejo de la niña de la espina.

Hoy recordé a mi Padre,
caminar hacia el corral de ordeño,
hasta llegar al tanque de agua,
dividido en dos por una cerca,
y detenerse allí a observar la faena,
con su brazo izquierdo sosteniendo el derecho por detrás del cuerpo.

Hoy recordé a todos mis hermanos:
a Iván removiendo con energía
la humeante miel en las pailas del trapiche;
a Flor, incansable en la cocina,
tocando el cacho para llamar a los obreros
a la comida;
a Benicia lavando ropa en caño seco
acompañada por Agustina Vargas;
a Carlos haciendo de maestro en las ausencias del profesor Anario Castro;
a Alberto, en noches oscuras,
cargando maletas más grandes que su tamaño;
a Rafael, en función de arriero,
cargando la caña para el trapiche;
a Cándida, ordeñando vacas en la mañana y llenando mi posillo con la tibia leche,
a Celina, barriendo el patio de asolear café,
a Ricardo envolviendo en tamo de caña la panela aún caliente,
a María, leyéndome un cuento para dormir.
a Pedro girando la manivela de la maquina desbabadora,
y a Darío llenando la tolva con el café mojado depositado en el tanque.

Hoy recordé,
a muchos amigos de la infancia,
en la puerta del corral de ordeño,
esperando por su litro de leche.
Y a los obreros, en un dia lluvioso, contando cuentos en el salón grande.

Hoy recordé a los vecinos
y amigos de la familia:
la Sra Eusebia y Pacho \"pacheco\",
Pedro Ramirez y la Sra Antonia,
el Sr Samuel y la Sra Teofila,
la Sra Bernarda con Guillermina y Primitiva,
el Sr Graciano y la Sra Anastasia,
a Francisco Medina y la Sra Teresa,
a DoñaTránsito con su guarapo,
y a Don Eloy con su bodega.

Remembranzas de una época,
sublime añoranza por esa vida,
nostalgia por viejos tiempos
que siempre están y nunca se olvidan.
Recuerdos que traen a la mente
muchas experiencias vividas;
vivencias que me gustaría repetir,
si Dios me diera una nueva vida.