Lucía Díaz

NATURALEZA (III)

La Naturaleza y el sol.

Te alimentas del sol,

que te iluminada en cada rincòn,

como a un grano de arena el farol.

Èl no conoce de tiempo, ni espacio,

cada dìa se ve aparecer,

alados son sus pasos,

que como rayos los deja caer,

filtrados por la capa de ozono,

para poderlos acoger.

Imponente, avasallante.

en cada avance te hace sentir su calor,

cubrièndo la tierra con poder abrasador,

y tù lo reverencias con sumisiòn,

porque es fuente de tu alimentaciòn.

Al final de su camino,

sus rayos empieza a esconder,

espectacular es el ocaso,

que anuncia su desvanecer;

con èl se va tarde,

dejando la esperanza de un nuevo amanecer.

Agradecida estàs de la lluvia y el sol,

tus bondades esparces por la tierra,

al llenarla con tu maravillosa vegetaciòn;

la existencia misma,

sin ti no tiene ocasiòn;

eres madre de todo ser vivo,

fuente de reproducciòn.