Daniel Pintado

El abuelo y su triste vejez

 

 

Lo vi en el cementerio, sentado lo veía triste, 
porque el amor de su vida se ha marchado, 
recordando sus tiempos donde pasaron juntos, 
solitario, empezó a mirar su ataúd. 

Suspira el pobre abuelo con su tristeza, 
el todavía enamorado de una alma bella, 
permanece fiel, durante toda su vida, 
porque ama una cosa permanente. 

¡Por Dios lloré! Al verlo sentado ahí, 
todavía con fuerzas, con su piel arrugada, 
recordando tiempos donde pasaron juntos, 
recordando caricias, los besos fraternales. 

Que dolor tendría el pobre abuelo, 
al saber que el amor de su vida ya no esta presente, 
pero todavía lo lleva en su corazón, 
poco a poco su vejez la irá olvidando. 

Pasa el tiempo, lo seguía viendo sentado, 
debe seguir recordando muchas cosas, 
una de estas puede ser por ejemplo: 
El dolor, cuando la vió marchar.

Esto ha causado su triste vejez, 
el abuelo solo tiene ojos para ella, 
su corazón brotó, y en mi se quedó, 
lo que trato de explicar su tristeza, 

Con ojos hacia la ataúd, 
con su mirada que causa tristeza, 
con la bendición del Todopoderoso, 
así fue, como de su amada se despidió, 
con un gran dolor, camina hacia su lugar, 
recordando que ella fue la mujer que siempre la amó.