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Espinas

 

Espinas
Penetran en mí, las espinas de la indignación, cuando siento los ojos del ser invadido por la humillación.

Penetran en mí, las espinas del dolor, en esos momentos que escucho el murmullo, de aquellos que sin saber, disparan palabras crueles de sus vidas por error.

Penetran en mí, las espinas del valor, cuando tengo el coraje de enfrentar sombras sinuosas que intentan atacar mi espíritu sin pudor.

Penetran en mí, las espinas del saber, que como un idilio desenfrenado, me otorga el poder de transmitir en estos escritos, las emociones sin límite, del mensaje único de amor pleno de un espíritu divino,  encarnado.
Alfredo Montero Doig