En cierta manera el tiempo es un arte,
una magia,
un medio no tangible que nos capacita,
que nos da conciencia...
Viajamos cotidianamente
en distintos tiempos que no existen,
sin sorprendernos...
El futuro y el pasado son tan solo,
y nada menos, que una sensación.
El futuro lo concebimos con una perspectiva
muy ambiciosa de pasado posterior.
El presente es tan ínfimo,
que ya es pasado...
El pasado es una constelación de imágenes,
imágenes semifugaces, pasajeras de un sentimiento,
casi siempre simple, pero de connotación compleja...
Toda nuestra vida transcurre en un instante eterno y
es tan solo un conjunto de sensaciones,
que percibimos en actitudes eminentemente creativas,
y que sabiamente conjugamos en sentimientos.
De este arte mágico,
que no es nada y posibilita el todo
nada ni nadie trasciende...
Tan solo...,
quizás,
algún sentimiento...