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ESA COPA, LA LÁMPARA DE ALADINO

 

 

 A la copa en la que has bebido

la acerco a mis labios…

La tomo entre mis manos y la froto,

cual si fuera la lámpara de Aladino.

Mis palmas la acarician, la entibian

e ilusionada anhelo, espero…

Con el pensamiento escribo un deseo,

el de mi alma, en el alma del universo.

Pido que a la ultima gota

que ha quedado del vino,

un soplo de amor, mi aliento tibio

le de hálito de vida y emerjas de ella

como aquel genio, el del cuento,

aparezcas solo para cumplir mis sueños

y me digas “señora, exprese sus caprichos”

diría, todos ellos se reducen a uno:

que me ames por siempre…

que estés siempre conmigo.