kavanarudén

Como lluvia fresca

 

Como lluvia fresca llegaste a mi vida.

Refrescaste la aridez de mi alma.

Ablandaste la dura tierra de mi corazón.

Tu sola presencia hizo fértil mi ser.

 

Cuando menos te esperaba, cuando dejé de buscarte apareciste;

con tu tierna sonrisa, tu cándida voz, tu inadvertida presencia.

¿Qué viste en mí, reservado y humilde viandante? 

Solo soy un caminante, un soñador, ánima errante.

Tímido y sensible amante que se pierde entre musas y suspiros.

Luchador empedernido, en ocasiones mal herido pero jamás vencido.

 

No es mucho lo que puedo ofrecerte:

unas manos capaces de acariciar;

un hombro que todo dolor puede soportar;

un pecho fuerte que tus lágrimas ha de guardar;

unos brazos que donde quieras te llevarán, tu soporte y apoyo se convertirán;

una tierna mirada, que sin decir palabra alguna, mil cosas te susurrarán;

unos labios que a los tuyos siempre se unirán;

un cuerpo que el tuyo ha de proteger, entibiar, amar;

una fuerte y dulce presencia que te ha de animar.

 

Si algún día decides irte tu decisión respetaré.

Nos guste o no, el amor verdadero es libre, por ello jamás te retendré. 

Cual ave herida mi más hermoso canto cantaré y a la punzante muerte me entregaré.