Julio Noel

Amada mía, ¿por qué tan solo me has dejado

Amada mía, ¿por qué tan solo me has dejado

en este mundo tan veleidoso y anodino

y a aquel agradable espacio, eterno y divino,

contigo, tú y yo para siempre, no me has llevado?

 

La amarga soledad en que me has abandonado

no conducirá mis pasos por el buen camino

ni me hará llegar indemne a mi ansiado destino,

me faltas tú, mi sostén, mi guía y mi cayado.

 

Amor, quisiera traspasar las ondas etéreas

como rayo de luz que el eterno espacio corre

para estar siempre juntos tú y yo en el más allá.

 

¿Quién guiará mi alma por esas regiones sidéreas,

si tu caro amparo no viene a mí y me socorre,

arrastrándola a esos mundos donde ahora no está?

 

Suspiros y sueños de amor