Alberto Escobar

El patio

 

Mi vida,
os la puedo contar en dos palabras:
Un patio y un trocito de cielo
por donde a veces pasan
una nube perdida y algún
pájaro huyendo de sus alas.

Marcos Ana.

 

 

 

 

 

 

 

 

Suena la sirena, es domingo a la fresca de la tarde, salgo a ver el aire.
El patio pide mirar arriba porque alrededor miseria y desconchones.
Eugenio, quien ronca contra mi pared, se sienta a mi lado con un cigarro.
Va contando los días como si fueran lustros, no tengo aún valor de contar.
Alguna nube que se atreve a cruzar, agujereada por un pájaro, me llueve
una nostalgia con forma de niña, ya mujer, de once años, rubia...
Me levanto del poyete, dejo a Eugenio con la palabra, me pongo a pensar.
¿Merezco la luz que diaria me llena este lúgubre patio?
Creo que mañana no habrá claridad que me despierte. Soy mar en duda.
Preguntaré antes a la almohada...