Mauro Enrique Lopez Z.

Llego la aurora

Llegó la aurora me desperté alegré,
me asomé a la ventana porque quería
ver a una linda dama; porque
pasa toda la mañana a rezar a la
Iglesia católica, según ella canta en
coro y muchas veces su lindura me
deja facinado e inspirado. Ella es para
mi el dulce despertar, es como un
arcoiris de vivos colores en mi
corazoncito y cuantas veces le he
dicho que quiero caminar, con su
merced a la orilla del mar y como
se ríe y se me niega yo me conformo
con verla pasar, porque cualquier día
me daré el gusto de andar cogido
de la mano, porque sus dos lindos
ojos le brillan como las estrellas
cuando le hago esa dulce invitación...