Diana Cristo

Tú, ojos caídos

 

Ver tus colmillos sobrantes cuando sonríes,

Ver tus ojos caídos con pequeñas cataratas, 

Observarte, observarte una vez más 

Y ver... una vez más de cerca,

Ver cada poro, cada arruga.

Arrugas que me demuestran que la vida antes de conocerte no fue fácil.

Verte llegar cada tarde y noche

Alivia mi corazón desesperado.

Y es que lo único que mi lado izquierdo desea es permanecer en tu regazo... refugio seguro donde todo lo efímero no existe, ahí todo es permanente y eterno.

Hombre... eres refulgencia eterna para quien en su vida entras.

Entraste a mi vida sin permiso alguno y ahí sin pensarlo nos hicimos uno.

Y ahora somos siameses que por la turbulencia más grande no se van a separar.

Solo déjame besar una vez más esos ojos tuyos que ahora están caídos,

Déjame besar con delicadeza y sanar cada grieta que llevas en ese rostro cansado.

Que este beso tierno y dulce te haga sentir como cuando te dieron la dicha de ser padre.