Samer

Volver a vivir

Tú, amor mío, me creaste de la nada, pusiste en mí pura vida y pura felicidad me amaste tanto, me adoraste más que a los dioses, sacrificaste tanto por mí, y también lloraste tanto por mí. Y yo, por hombre que soy, por débil que soy, y por tonto que soy, te he lastimado, te he hecho sufrir, te he engañado, te he sido infiel. El goce del engaño, te juro, me duró un segundo o tal vez menos. Sabía que te ibas a enterar tarde o temprano de lo que he cometido, sabía que los que te quieren o los que nos odian, te lo iban a decir inmediatamente, sabía que primeramente no lo ibas a creer porque me amabas tanto, sabía que me ibas a perdonar porque me amabas tanto, y sabía que ibas a olvidar de todo como si fuera nada porque me amabas tanto, solo si te hubiera suplicado un poco y solo si hubiera llorado delante de ti con la cabeza baja, no por tonta que eres, sino porque me amabas tanto. No me has dicho nada, no me has torturado, tampoco me has dejado, Pero ya no puedo más con las humillantes palabras de tus miradas, ya no puedo más con los fuertísimos látigos de tus lágrimas, y no puedo más con los penetrantes puñales de mi conciencia. Por eso, decidí irme a otro mundo, el mundo de la constante nostalgia, de la oscura soledad, donde es posible que uno se dé cuenta de lo peor que ha hecho en su vida y vivir tristemente recordando su gran delito y flagelándose a sí mismo. Sé que, a pesar de todo, no aguantaste mi lejanía y además me buscaste para decirme que volviera contigo, para decirme que todavía me querías y que un error lo puede cometer cualquiera. No quise volver porque no tenía la suficiente valentía para mirarte como antes, para oírte como antes y para hablarte como antes, aunque sabía que para ti todo está superado, todo está en el pasado, y que estás dispuesta a empezar de nuevo y a amarme otra vez. Ahora, y después de haber pasado mucho tiempo sin ti, soportando el castigo de tu ausencia y el dolor de tus hermosos recuerdos, te digo que estar lejos de ti me ha cansado, o mejor dicho estar muerto me ha cansado, así te digo también que necesito amarte otra vez, porque quiero volver a respirar, volver a sentir y volver a vivir.