George Would

Me aguante, te dejé.

Estoy aquí, desbordando mis letras hacia ti, aunque sé, que de éstas, ninguna leerás, por lo menos ahora. Y es que me aguante, me aguante las ganas de llorar, esas que tocaban la puerta de mi tranquilidad para desordenar una mente que con mucho esfuerzo arreglo diariamente. Me aguante las ganas de correr hacia a ti, las mismas que me atacaban cuando en compañía de la soledad intentaba olvidarte. Me aguante mucho, haciendo honor a la tranquilidad que buscaba, tanto que el cambio fue una meta por la que aún trabajo.
Te escuché, desesperé, pero me aguante.