Santiago Esquivel

Llanto.

Llanto.

 

Cascadas de lágrimas desenfrenadas se escurren lentamente por mis mejillas. Ardientes gotas de pena humedecen la superficie fría de desiertos metafísicos. Un suspiro salta desde mi boca, un holográfico cadáver latente nació cuando destrozaron y arrojaron mi alma, muerta, al fondo del olvido. Un fuego grisáceo y difuso cae en picada desde mis párpados. Tumbas silentes y crepusculares arañan la triste morfología de un planeta abatido. Gotas y gotas transcurren traslúcidas por pupilas ensangrentadas y por ojos colapsados de amargura. Invisibles gestos de pena exhalan mis átomos desde el pánico. ¿Cuánto tiempo cuesta olvidar que no puedo dejar de recordarte? ¿Cuánto tiempo cuesta olvidarse del olvido?.