Andrés Castillo

Examen

Un examen exhaustivo
minucioso
irrevocable
dice que mi hija
es una persona con Trisomía XXI
con una discapacidad visible
y algunos rasgos
que según son exactos.


Está bien
aceptamos el dictamen
infalible
que describe
y califica.


Ahora resulta
que mi hija
además,
heredó no sé que cosa rara
que le ha quitado
tardes de juegos
bailes
y carreras.


Es algo muy peligroso
que avanza,
me han dicho
con certeza.


Aunque de verdad
tanta palabrería me ha servido para poco,
menos aún
en las mañanas de neblina
o en las tardes de mar
en las noches de cuento y poesías.


Justo entonces,
mi hija
es simplemente
una estrella de mar
una flor sin nombre
un pedazo de vida
que me encuentra
en peligro
que me salva
del fin del mundo
cotidiano
donde muero siempre.


Ella me revive.