Efraín Ramírez

Para ella

No puedo estar contigo, dulce amiga.

Tú sólo fuiste una flor del camino,

de aroma delicioso y tacto fino.

Ya no importa nada de lo que diga.

 

No me esperes... ¡pronto vendrá alguien más!

Alguien que sepa valorar tu amor,

alguien que te proteja del dolor,

alguien que sea como los demás.

 

Yo no supe apreciar tu compañía...,

pero algo diferente he decidido

(¡perdón por no decir que te quería!).

 

Quizá tu amor no fue correspondido

-no quiero que sufras por culpa mía-

y con este soneto me despido.