Oscar Lugo

Salmo 203

1Todo aquel que agarra tu mano,

e Inclina su oído para escuchar,

tus principios, tus mandatos,

oh, gran Dios Jehová,

tendrá la verdadera felicidad.



2Imperiosamente hay necesidad de ti,

solo tú tienes la solución a nuestros problemas;

3en nuestra aflicción, tú jamás te alejas,

te acercas, porque verdaderamente te interesas por cada uno de nosotros.



4Nos estás dando la oportunidad,

de demostrar cosas grandiosas;

las personas que hacen tu voluntad,

oh Jehová, las consideras tan valiosas,

5a tal grado, que guardas con cariño,

cada una de sus buenas obras

por pequeñas que sean;

6y al corazón afligido y arrepentido,

Bendito Jehová, tú lo perdonas.



7Por eso haré mención de ti,

en muestra de todo lo que perdonas.

8Te pido, por favor, ayúdame a quitar de mí,

todas esas cosas que tú odias,

9para darte siempre algo que te agrade,

Y no la conducta impropia que no mereces ver…



10Tus pensamientos, oh Jehová, son tan bellos,

hacen que podamos combatir todos nuestros miedos;

11Por eso seguiré meditando en ellos

y elevando hacia ti mis oraciones y ruegos;

12Y con tu ayuda, poner de manifiesto,

todo lo que me enseñas,

así habrán pruebas,

de que lo nuestro es sincero;

13y tendré esa confianza absoluta,

esa fe sólida,

y ese amor inquebrantable por ti,

14porque tú me ayudas,

Y me haces muy feliz.