L.L. Cuitiño

almas grises

 

Como hago para que no suene tan banal la rima

Como lo hago me pregunto

Escribir con elegancia agotando los recursos

Alegre tronar es lo que busco para salir de todo

Me hundo en mis propios pensares

Los menesteres ya no valen y el esfuerzo se hace humo

Y se pierde entre los gritos diáfanos de la conciencia

Traspasan halos de luz sobre mí mismo y no encuentro respuesta

El alma pierde su pigmentación como canas al viento

Todos somos grises por dentro sin alguna respuesta

Reparo en llanto el lamento agónico de mi conciencia

Polifónico estandarte que enarbólese en los cielos

Todo en mi convergiendo, cántaro rebalsado de lamentos

Como lo hago me pregunto

Para no describir la banalidad de los lamentos

Para no gritar con rabia los sentimientos

Ecolalia que se repite en el tiempo

Tempestad sobre mí crujiendo en mi interior golpea la rabia del lamento

No, no hay puerta ni mampara, ni llaves que abran y alivien el alma

Como lo hago me pregunto

Si la tonalidad dulce del sollozo es tétrico instante en la mortuoria absurda

Y las almas grises de tanto lamento.