Dayanara Mondragon

Mujer quimera

Mujer quimera

Violencia parda y juicio tapado,

si ante el vientre herido queda una cicatriz;

no muda como las serpientes ni hecha raíz,

pero todos la llaman “mala hierba”

y para la noche, no tiene donde dormir.

Se pinta inmaculada, siendo flor marchita,

esquiva las dudas pintando fantasías,

y sabe esconderse, entre lápiz y papel.

Ni gala, ni aurora, ni presa o melancolía;

no sabe de amores, no sabe mentir.

Vive, como mujer quimera,

como azul de cielo, como estrella fugaz;

a nadie le entrega más que su cuerpo,

por eso es señalada como “mala hierba”,

pero a ella, no le importa ni le inquieta.

Ella, sabe dimitir entre lo que es y,

lo que nunca será.