Efraín Ramírez

Jaque mate

Mientras observo el campo de batalla,

mis fuerzas, como pétalos de rosa

se despliegan de forma prodigiosa;

mi Torre vence, y mi Peón, estalla.

 

Gano territorio y domino el centro.

Mi Caballo se convierte en pegaso

(¡Ya nada puede detener su paso!)

y vuela hacia el próximo gran encuentro.

 

Parece una bella ópera en escena.

Mi Dama es hermosa como sirena

-vino para terminar la partida-.

 

Tu Rey deberá temer por su vida.

Sufrirá, aunque sea un rival muy fuerte,

por el amargo beso de la muerte.