Noel salinas

DÉCIMAS DE AMOR [Primera parte]

 

Qué gracia la luna dulce,
qué dulce tu boca sola,
qué sola la paz que inmola
la sed que a mi sed acuse.
¿Qué cosa de mí seduce
tu seductora mirada
cuando te ofrezco una espada
para dividirme en partes?
Entonces ¿Por qué me partes
cuando adoro tu llegada?.

En décimas te improviso,
te rimo, te escribo y sueño
y tú con un cruel desdeño
ingoras la miel que aviso,
igual con o sin permiso:
te pienso, te esculpo, arguyo,
te alabo, te soy, te intuyo,
te pinto, te hago un soneto,
te firmo, te anhelo inquieto,
te fumo, te deconstruyo,

te doy, te aprisiono suave,
te espero, te perpetúo,
igual soy gorrión o búho,
te invento, te escribo en clave,
te atiendo, te admiro ave,
te sigo salmón, sirena;
doy mi gozo por tu pena,
mi llanto por tu sonrisa,
troco mi calma en tu prisa,
vuelvo tu duelo verbena.

Si nada de aquí te basta,
viajo, transformo, renuevo,
ideo, actualizo, muevo,
remo, corro, hago canasta,
dejo el alcohol o la pasta,
vuelvo en el domingo a misa,
reaprendo toda premisa,
me hago vegetariano,
ruedo, me paro de manos,
me hago uno con la brisa,

no vuelvo a correr de noche,
me baño en el mar salado,
dejo el bien, y perfumado
de la madrugada en coche
parto a hacerte un fiel derroche
de versos alejandrinos,
creo en gitanos y adivinos,
leo el horóscopo, a Coelho,
dejo el football, los desvelos,
el \'savoir-faire\' y los vinos,

me voy a un rural paraje,
me pierdo en gris edificio,
aprendo francés, egipcio,
de Cortázar el lenguaje;
uso corbata sin traje,
y smoking sin el chaleco,
aprendo mongol o checo,
hago coaching, me desmayo,
me convierto en papagayo,
me confieso cuando peco,

cambio de sabor, de nombre,
de voz, de color, de vida,
pierdo a posta la partida,
pienso un canto que te asombre,
me rompo, me vuelvo cobre,
aprendo relojería,
abro una tintorería,
soy tu Superman sin capa,
el suspiro que se escapa,
metal de tu orfebrería.

¿Te aburro? Lo sé, perdona,
¿Te estorbo? No sé, pregunto;
¿Te anhelo? Tal vez, apunto
a ser la vulgar persona
que en nada te sugestiona,
que en todo te haga infinita,
pues eres tú la que agita
la templanza del poeta,
que intentando ser esteta,
a tu estética hoy invita....

-N.S.