Moisés Sánchez

En mi silencio

El pecado nace en tu voz y mi penitencia en tu boca,
¿Qué hago entonces amor,
si tu cuerpo nos llama
y la pasión nos arropa?
Mi alma aclama tu calor
y mis manos
tu figura,
¿Qué tan prohibido es verte,
cuando no me perteneces?
Olvidarte no quiero,
con eso no cuentes.
Te guardaré en mi silencio
y cada que corra el viento
me quedaré callado,
disfrutaré de tus manos frescas
y sabré así, amor,
que siempre vas a mi lado.