SOBRE LA CAMA
Ella permanece tumbada sobre la cama
obviamente ya no se encuentra entre nosotros
ya no se acuesta con otros
ya no dice algo que no ha pensado antes,
al abrazar a los otros, ya no hay desgaste.
De pronto alcaldesa imaginaria de un barrio
de la periferia
de cuyo nombre no me puedo acordar,
como si de repente hubiera desaparecido
convocada por la naturaleza extraordinaria
de un llamamiento cósmico, espeluznante.
La realidad es bien distinta
ya que ella no está aquí en realidad.
Y no es que haya desaparecido
como en un truco de magia
encerrada en una caja dentro de otra caja
y lejos del aire libre y del cielo
y sus orilla, de la verdad simbólica
que cada uno atesora
y que con ella se pierde.
La realidad es que ha muerto
en extrañas circunstancias
y ya no encuentra a gatas el camino
ya no se encuentra en medio del camino
no se levanta a media noche a hacer pis.
Se ha parado el reloj de la mesita
contra una leve corriente de aire.
La llaman a grandes voces, rotundas voces
pero, como si no hubiera tenido mejor ocurrencia,
ha sucumbido a un impulso, a una pereza,
a un desgaste,
ya no va abrir nunca más.
Gaspar Jover Polo