Gerardo Barbera

MIRANDO EL CIELO

Una luz en la nada,

sin orillas profundas,

la piel cansada,

el árbol sin hojas

que se despide de todos,

la tarde en el alma

los pasos que se apagan.

 

No hay cielos azules,

ni luna brillante,

una oscuridad que se extiende,

la piedra que gira,

eso es todo,

el suelo amarillo,

una mosca se detiene,

mi gato entra,

él y yo,

y llega la noche.