hijo de la indiferencia,
eres como invisible para la gente
que pasa por tu lado,
y que no ven el dolor de las carencias
de un hogar que no tendras.
hijo de la indiferencia,
parques, plazas y calles son tu hogar;
los animalitos de la calle
saben mas de compasion
que las mismas gentes indolentes
que ignoran tu desolacion.
hijo de la indiferencia
que como Cristo llevas cargando
la cruz del desprecio,
y tus ojos cansados ya de tanto llorar
solo anhelan un poquito de compasion
que para ti no la habra.
hijo de la indiferencia,
sucio, despeinado y maloliente;
que cubres tu cuerpo con harapos
y que por tu aspecto las gentes insolentes
te tildan de drogadicto, borracho o delincuente
sin saber que en tu pecho se esconde
un corazon herido y doliente.
hijo de la indiferencia,
no todo es malo en esta vida,
pues Dios siempre coloca almas benignas
que te ayudan a mitigar
tus carencias y tristezas infinitas.