Elisa es

Metanoia

Cuando decidí viajar, me pregunté por qué lo hacía realmente, cuál era el fin de mi viaje. Porque cuando viajas todo comienza a moverse, afuera y muy adentro. y cambias, mientras el cielo se encuentra parcialmente nublado.

Cuando decidí viajar me pregunté ¿ y que cambiaría? ¿Dejaría que el cambio me descubra o descubriría yo, el cambio.

Y comencé a dibujar y a desdibujar mi rostro, y entonces entendí, somos el universo mismo transformándose infinitamente, el viaje jamás termina.

No descubres el cambio en un viaje, te descubres a ti mísmo mientras todo sucede.

Y cuando ocurre, despega la mente como una bala, pero el cuerpo sigue ahí, y aterrizas en un lugar, ese lugar, donde todos los sueños son aire que circula libremente, y te mueves, en ese oleaje de armonías espirituales. 

Tu mente  es un caballo galopando al compás de esas imágenes, y estás en otro lugar, ese lugar, donde todos los sueños... están vivos, y suenan.

Es allí cuando descubres, que lo que hay dentro de ti, es magia.