Nohelia Menjivar

De camino al nosocomio

El asiento trasero del bus sostiene mi cuerpo
La llamada de dígitos desconocidos, escandalizadora.
Se convierten en rayos las luces de los postes.
En la bajada, tu palpitación aumenta.
Resaltan las letras I H S S
Estructura de concreto,
acoge a los ciudadanos a cambio del desfalco de su sueldo.
Te piden que te plantes en la superficie de metal,
que deja adoloridos los glúteos.
Corrientes de angustia se esparcen
Sollozos, gritos y suplicas al cielo.
El desespero de las gentes se adentra en tus sentidos
Comienzas a volverte loco
esperando la llegada del médico con su gesto frío y su caminar de capitán
Listo para avisar la muerte o los sesenta minutos de visita.