¡Es su timbre tan precioso,
es tan dulce y tan romántico
que parece bello cántico
de un amor esplendoroso!
¡Escuchar lo melodioso
de su acento consonántico,
es sentir tono cervántico
de la dama del Toboso!
¡Mi corazón se desboca
al escucharla sonriente
diciendo cuanto me adora.
Y surge en mi mente loca
un arpegio vehemente
con música arulladora!
Autor: Aníbal Rodríguez.