El viento mide mis sueños
Y distancia
Entre su corazón y el mío
Y viceversa
¡La noche, pausa de mis angustias
Toca silenciosa el mar de mi esperanza!
¡Calla! ¡Calla!
No le cuentes
Que donde hubo fuego
Cenizas quedan
Y donde hubo amor
La llama aviva
¡Sombras silenciosas de mi alma sonora
Extienden su manto sobre el tinglado
De su alma ignota!
¡Calma! ¡Calma!
Porque en sus aguas claras
Calmó su sed
Y en la vertiente profunda
De mis verdes ojos
El éxtasis de su intenso palpitar
* Imagen tomada del muro de Poetas y Musas.
Luz Marina Méndez Carrillo/28082019/Derechos de autor reservados.