Antonio Zermeño.

Hoy me quedo en casa.

Hoy no quiero caminar por la calle, confiar mi vida a algún chófer, ni cruzarme con gente intolerable.    No quiero sonreír por cortesía a gente desconocida para mí,  ni quiero conocer la alevosía.    No quiero que me hagan la comida, no quiero compartir mi viaje, ni sentir que me alcance la vida.    No quiero que el sol penetre en mi piel, ni que los colores vivos invadan mis ojos.    Hoy quiero quedarme en casa,  que calientes mis músculos, al quedarnos dormidos en cama.    Quiero comerme tus labios, que mis dedos recorran tu cuerpo, fundir nuestras almas tomandonos.   Quiero que tú amor penetré mi piel, que tus ojos iluminen mi mente, y que nuestro amor sea inconfundible.    Hoy deseo quedarme en casa,  y dejar que el amor nos haga.