José Aceituno

Mi lengua ardiente

Mi lengua ardiente recorre tu cuerpo incadecente,
alpinismo en tus piernas practico
en busca del punto exacto,
comienzo en tus pies seduciendo al orgasmo.

Sacio, y aprecio el movimiento estrepitoso
que gime tu silueta al ritmo de tus pupilas excitadas,
mientras me alimento de tu zona delicada
con lujuria desenfrenada.

Mi lengua arde, arde de ti,
y mis manos oportunistas acarician bellos paisajes,
hasta llegar a la cúspide de hermosos volcanes
que erótizan mis instintos salvajes.

Asciendo beso a beso,
bebo fuego de tu pecho sediento,
me acobijo del frío
y en ese momento me eternizo.

Tu cuello, precipicio bendito
lo beso y me deslizo,
lo lamo como lo hago con la nieve en verano.

De repente tu sonrisa me ilumina,
cumbre blanca que ríe a la aventura desmesurada,
tus labios con los míos se funden en besos
hasta la llegada de la alborada.

Una avalancha de sangre inmortaliza el momento,
placer a destiempo te ha marcado para siempre,
y la perfidia de mi lengua presagia hogueras,
que incendiará la pasión en las noches de estrellas.

 


Martes 13/Agosto/2019