Osvaldo Páez

Lujuria y candor

Todo empezó con un beso

a orillas de la ensenada,

allí perdiste a tu amada

por tu crimen ex profeso.

El amor que tú inconfeso

con obsesión ultrajaste,

es el mas triste contraste

entre lujuria y candor,

fuiste tú, el vil agresor

que su virtud mancillaste.

 

Hoy solicitas consuelo

y olvidas tu cobardía,

recordando lo que un día

cubrió el amor con su velo;

Pedirle perdón al cielo

es un ruego irreverente,

si por acto inconsecuente

se congeló el corazón,

culpa de la sin razón

de un verano negligente.


vivirás sin bendiciones

porque así los has decidido,

al mostrarte corrompido

por pasadas decepciones;

En amor no hay situaciones

que se puedan soslayar,

cuando se suele fallar

se pagan las consecuencias,

ya sea por imprudencias

o por no saber amar.


las ingentes estocadas

a un espíritu tan noble,

pero fuerte como el roble,

son cosas hoy superadas;

Sus heridas ya sanadas

olvidaron cruel dolor,

cedieron al nuevo amor

el cauce de su albedrío,

su destino ahora es mío,

no posees ni su rencor. 

 

LUJURIA Y CANDOR - CC by-nc-nd 4.0 - Osvaldo Páez