ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE
Vahídos en las conciencias,
que dejan profundas grietas.
Como se para la idea,
cuando el saber se cercena.
Tumores en los sentidos,
que pudren el pensamiento.
Virus que infecta las mentes,
que enferman y degeneran.
Pausa el sutil sentimiento,
en la confusa amalgama,
que le envuelve y le doblega.
Rumores que se alimentan,
de la nefasta incoherencia.
Repetidos como ecos,
condenan como sentencias,
y hacen las memorias reas,
de la mentira y la ofensa.
La voz ensordece el ánimo,
que en trance febril se queda.
Como una plaga se extienden,
en las dormidas cabezas.
Piensa la noble cabeza,
adentrándose en la sima,
donde la verdad se encuentra.
A flor de piel los instintos,
que vibran como los hilos,
de una telaraña inmensa.
Redobla la voz su fuerza,
denunciando la torpeza.
Y el corazón se desboca,
como galopa el corcel,
en una lid sin careta.
Los labios encorsetados,
para que la ira no emerja.
Cosidos entre los dientes,
los gritos de quienes piensan.
Amordazada la sangre,
para que el amor no crezca.
Enjaulado el corazón,
para que no salga fuera.
Atrofiados los sentidos,
con la cordura entre rejas.
Parasitada la mente,
para que el saber fenezca.
Como pétalos de fuego,
la vida irrumpe con fuerza,
dando belleza a la sombra
y luz a la duermevela.
Los colores se reparten,
en su variedad inmensa.
Y de las profundas grietas,
nace el Sol entre tinieblas.
Abre radiante sus pétalos,
contra la muerte que espera.
Canción que mece la cuna,
para que la vida crezca.
Entre susurros y besos,
en el amor nada frena.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
26/08/2019