Por supuesto,
me gustan tus besos,
y besarte.
Quedarme abrazada a tu cuerpo una tarde lluviosa
incluso sin té,
sin nada,
sólo abrazarte.
Y sabes que adoro que contigo la sonrisa se me da natural...
Y armar,
y lotería,
y basta.
Pero te consta que sé corresponder,
ya sea a tu amor,
a tu ternura o
a tu lejanía.
Aprende sobre reciprocidad.
No vengas a pedir
lo que no eres capaz de dar.